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Transformación Personal Asistida por Caballos

 

¿De qué se trata?

 

Un poco de historia

Para empezar a hablar de Transformación Personal Asistida por Caballos, primero es necesario mencionar el origen de la interacción entre humanos y animales. Como  referencia tomaremos las primeras relaciones simbióticas que se produjeron entre éstos, como una necesidad primaria de supervivencia ante las circunstancias de aquellas primeras épocas.

El hombre, por ejemplo, se benefició de la compañía de los primeros cánidos al utilizarlos como vigías de posibles depredadores y, a su vez, estos se alimentaban de los desperdicios que generaban las primeras poblaciones humanas.

Mucho más tarde el caballo, por ejemplo, fue utilizado para la agricultura, para el transporte de carga etc. Así fue como el caballo empezó su camino de acompañamiento del hombre en distintos momentos de la historia, ya sea para transporte, como para luchar en las guerras conquistando tierras.

Pero fue a partir de la Revolución Industrial, que los animales dejaron de tener la misma  utilidad para el hombre en la vida cotidiana, y fueron reemplazándolos por máquinas. Fue así como comenzó el proceso que dejó de ver al animal como un mero objeto utilitario, para convertirse en un ser amigable que forma parte del entorno ecológico en el que vivimos.

Desde el comienzo de ese  cambio de concepción (que dura hasta el presente) hasta que se empezó a concebir a los animales como facilitadores de un proceso terapéutico altamente beneficioso, transcurrió bastante tiempo.

Desde hace ya más de 20 años, diversas disciplinas empezaron a incorporar animales como el caballo y el perro, para acelerar procesos terapéuticos de transformación y mejora en las personas, buscando una mejor calidad de vida, tanto a nivel físico como a nivel emocional.

Las técnicas EAL (Educación Asistida por Equinos) que se vienen desarrollando en Europa y Estados Unidos, y luego en el resto de América desde hace más de 10 años, dan muestra de la eficacia de estas intervenciones.

Las observaciones clínicas y los resultados de investigación recientes prestan credibilidad a la antigua creencia de que la asociación de la gente con los animales y el ambiente natural, contribuyen a la salud y bienestar general.

 

¿Cómo funciona?

 

En el trabajo con los animales la persona incorpora pautas para adquirir confianza en sus relaciones interpersonales y evitar relaciones de dependencia, ya que se aprende a conectar con uno mismo de una manera verdadera a través de una manera natural.

En esta actividad la persona puede experimentar de una manera libre y natural los sentimientos de amor, compasión, establecimiento de vínculos afectivos, confianza, honestidad. Los animales nos enseñan a aceptar las cosas de una manera más sencilla, aceptando nuestro presente tal y como es, sin necesidad de hacernos demasiadas preguntas.  Hemos perdido el contacto con nuestra parte más instintiva y con nuestras verdaderas emociones. La emoción necesita del cuerpo y el cuerpo del instinto. Sin eso no podemos vivir una experiencia emocional completa.

Hoy en día, la llamada Inteligencia Emocional, nos enseña a controlar y gestionar nuestras emociones, pero el resultado tan sólo es una construcción mental de la emoción, un disfraz. Sin embargo, cuando lo experimentamos, no hay ninguna necesidad de controlarlo, pues estamos viviendo algo real.

Es por ello que el trabajo con animales es verdaderamente terapéutico, por el vínculo afectivo, el diálogo emocional e instintivo que se produce entre el animal y el ser humano; La apertura de los sentidos, las emociones curativas, la ausencia de juicios de valor, el acercamiento a la Naturaleza, el encuentro con el instinto y la emoción primaria desprovista de pensamiento racional, acompañado de las oportunas intervenciones del terapeuta o coach, mejorando la relación con uno mismo y, por tanto también con los demás, para adquirir la autoconfianza  y salir adelante.

 

 

 

¿En qué consiste la Formación Asistida por Caballos?

 

La Formación Asistida por Caballos es una metodología mediante la cual los facilitadores (coach, facilitador equino, caballos) y las personas, interactúan para alcanzar los objetivos planteados, usando sus propias fortalezas y talentos.

Partimos de la premisa que es la persona la que cuenta con la mejor información para resolver las situaciones que se encuentra y alcanzar los propósitos deseados. Acompañamos y apoyamos a la organización, persona o equipo a reflexionar y definir qué objetivos quiere para su futuro. Ayudamos a decidir un plan de acción para conseguirlos. Facilitamos la conexión con las fortalezas y reconocimiento de los propios recursos.

Buscamos posibilitar el desarrollo integral de las personas, marcando el acento en el área psicoafectiva. El objetivo es acompañarlas en su proceso de cambio, utilizando el aprendizaje basado en la experiencia, rescatando sus propios recursos; Facilitando un proceso personal orientado al crecimiento, la introspección, hacia una recuperación del bienestar emocional, consigo mismo y con su entorno,  logrando así una mejor calidad de vida.

La gran riqueza de la Formación Asistida por Caballos es el feed-back o retroalimentación que se produce en el intercambio con el caballo. La sola experiencia de relacionarse y comunicarse con un caballo es emocionante y reveladora; evidencia inmediatamente nuestras habilidades y las aéreas de mejora que podemos trabajar.

Lo importante es comprender qué está pasando y querer mejorar. Y para eso se necesita un gran conocimiento del caballo, factor clave del éxito de nuestro trabajo.

 

 

¿Por qué con caballos?

 

Se sabe que los caballos son animales altamente sensibles a la comunicación no verbal, incluso en sus formas más sutiles. Para un caballo la habilidad de intuir el miedo en un miembro distante de la manada por ejemplo, es necesaria para poder sobrevivir en libertad. Es una característica innata en su instinto.

Y esta innata capacidad para resonar con las emociones y sentimientos de otro ser, supone una herramienta de gran valor que les hace responder, de manera natural, a la comunicación no verbal, especialmente a la comunicación corporal que reciben de las personas con las que interactúan. De algún modo sienten nuestra energía y nuestras emociones, y las reflejan funcionando como nuestro propio espejo.

Ese intercambio entre el caballo y la persona crea un especial contexto que hace surgir informaciones, símbolos y metáforas, que ayudan a la persona a descubrir nuevos aspectos de sí misma que le permiten crecer y desarrollarse. El vínculo con el  caballo, además, debido al carácter instintivo de éste, pone en contacto de una manera muy directa a la persona con su inconsciente y con lo que realmente siente.

Los caballos nos invitan a conectar con el maestro que llevamos dentro, mostrándonos información que resulta no visible para nosotros. Y es aquí en donde este noble animal alcanza su enorme potencial, pues nos obliga a salir de nuestra cabeza y conectar de verdad con lo que estamos sintiendo, con nuestro cuerpo, con nuestras coherencias e incoherencias.

Un caballo sólo entiende la emoción verdadera, no comprende la hipocresía, ni la falsedad, ni el autoengaño. Por eso nos obliga a mirarnos de cara y a enfrentarnos a nosotros mismos.

El caballo nos devuelve información inmediata, hace que reconozcamos y tomemos conciencia de nuestras emociones y nuestros comportamientos, sin enjuiciarnos. Simplemente nos facilita sentir y ver, asimilar e incorporar lo vivenciado, nos facilita la experimentación y por tanto el aprendizaje. Exige que nos quitemos nuestras máscaras para poder estar a su lado.

 

¿Cómo trabajamos?

 

INFORMACION + EXPERIENCIA= APRENDIZAJE

CONOCIMIENTO + VIVENCIA= TOMA DE CONCIENCIA

 

Acompañando a la persona en su proceso de cambio, utilizando el aprendizaje basado en la experiencia.

Los programas serán interactivos, basados en la relación y la comunicación con los caballos.

Todas las actividades exigen absoluta presencia, autenticidad, atención para relacionarse con los caballos desde su verdadero yo y creatividad para resolver situaciones nuevas, desarrollando así, habilidades de escucha, empatía y negociación. En ninguna actividad se montan caballos.

 

  • Partimos de una primera entrevista en la que se acuerdan aquellos aspectos que se desean trabajar, mejorar o explorar, así como también el fortalecimiento de habilidades.
  • La duración del proceso no tiene un tiempo predeterminado. Pero se recomienda un compromiso mínimo de 4 sesiones para poder apreciar los beneficios.
  • Las actividades serán especialmente diseñadas por nuestros profesionales en función de lo planteado en la entrevista previa y de acuerdo con las necesidades de cada persona en función del momento específico que esté viviendo. Las actividades no estarán mal ni bien hechas, se trata de cómo se hace para resolverlas. Se busca el cómo y no el por qué.
  • La observación de la interacción con el caballo será el elemento fundamental del trabajo.
  • Creamos escenarios y/o situaciones que presentan un reto e invitan a la creatividad y el pensamiento lateral, sin que tengan acceso los juicios de valor ni las críticas, ya que se trata exclusivamente de cómo se responde ante determinadas situaciones.

 

¿A quién va dirigido?

 

A todas aquellas personas que deseen o necesiten:

  • Hacer cambios en sus vidas, ayudándolos a dar el “salto” que desean.
  • Encontrar y fortalecer sus habilidades.
  • Apoyo para producir cambios profundos recuperando la confianza en si mismo y así la autoestima.
  • Mejorar su vida personal o profesional.
  • Aprender una comunicación más efectiva.
  • Reducir el estrés.
  • Aceptar y superar obstáculos.
  • Tomar las riendas de su vida.
  • Ejercer el liderazgo desde la cooperación,  no desde la competencia.
  • Apoyo para diseñar un plan de acción que los acerque a sus objetivos.

 

 

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